Lunes 4 de octubre de 2021

BY MARTÍN GÓMEZ-VALCÁRCEL PINTADO

Con esta página pretendo explicar cómo funciona el sistema eléctrico español, desde los actores hasta la fijación de precios. Tras haberla leído, serás capaz de entender el tipo de contrato que tienes y cómo afectan las noticias recientes sobre el precio del gas a tu factura de la luz. También explicaré la veracidad (o no) de frases como: “pagamos la electricidad al precio de la tecnología más cara” o “por la subida del precio del gas, pagaré más a fin de mes”.

Para entender el sistema, seguiremos el siguiente orden de explicaciones:

  1. Los actores: Quién forma parte del sistema y cuál es su papel.
  2. El mercado mayorista: Quiénes intervienen en el mercado mayorista, cómo se fijan los precios y cómo me afecta a mí como consumidor.
  3. El mercado minorista: Qué tipos de contratos hay y qué exposición tengo como consumidor a la volatilidad del mercado mayorista.
  4. Respuestas a las quejas más recurrentes.

Los actores

Gráfico de elaboración propia.

El mercado eléctrico español tiene 5 actores principales: generadoras, operador de red, distribuidoras, comercializadoras y consumidores. Ve pinchando en cada una de las pestañas para saber más sobre cada uno de los actores.

Son las encargadas de producir la electricidad. Son las propietarias de los molinos de viento, los campos fotovoltaicos, las centrales de ciclo combinado (gas), etc.

Existe un único operador de red en España que es Red Eléctrica de España. Su trabajo es hacer coincidir la oferta con la demanda y distribuir la energía entre las diferentes zonas del territorio español. Se encarga únicamente del transporte de la energía en alta tensión, es decir, el transporte entre ciudades.

Son las encargadas del transporte de la electricidad en media y baja tensión. Esto, traducido al castellano de a pie, viene siendo desde la conexión de la ciudad en alta tensión hasta la puerta de tu casa en baja tensión.

Este eres tú; el responsable de hacer llegar la electricidad desde la puerta de tu casa, hasta el enchufe.

Al leer todo lo anterior habrás pensado: entonces, ¿qué pinta la comercializadora en todo este embrollo? Bueno, la comercializadora, aunque no sea ni “productora” ni “transportista” de electricidad, es quien te vende a ti la energía. La comercializadora compra electricidad a las empresas generadoras (a eso se le llama mercado mayorista) y después te la vende a ti. Para hacerte llegar la electricidad, le pide a las distribuidoras que “te la manden a casa” a cambio de una comisión.

Supongo que ahora entenderás por qué las comercializadoras te dicen que llames a la distribuidora cuando hay un corte eléctrico en el barrio. Aunque sean ellos quienes te venden la electricidad, no son ellos los responsables del transporte. Tanto el vecino como tú os habéis quedado sin luz a pesar de tener contratos con comercializadoras diferentes (lo que sí que compartís es la distribuidora).

El mercado mayorista

El mercado mayorista está regulado por una entidad que se llama OMIE, encargada de poner de acuerdo a generadoras y comercializadoras. Todos los días, estos agentes “se reúnen” para poner precio a la energía del día siguiente.

Las generadoras dirán cuánta energía están dispuestas a producir y a qué precio mínimo están dispuestas a venderla. Con la respuesta de todas las productoras de electricidad, se genera la curva de la denominada oferta agregada (curva verde del gráfico más abajo). Se llama curva de la oferta porque las generadoras ofrecen la electricidad y agregada porque es la suma de la respuesta de todas las generadoras.

Lo mismo ocurre con las comercializadoras: dirán cuánta energía están dispuestas a comprar y qué precio máximo están dispuestas a pagar. Con la respuesta de todas las comercializadoras, se genera la curva de la denominada demanda agregada (curva roja).

Todo ello con un precio limitado entre -500 €/MWh a 3000 €/MWh. Sería raro tener un precio negativo, pero alguna vez puede llegar a ocurrir. Suele pasar en días de poco consumo y condiciones ideales para las renovables, en cuyo caso se está generando tanta electricidad que “te pagan” por consumirla.

Volviendo a las curvas, el cruce entre ambas supondrá el precio de la energía acordado, al que todas las generadoras y comercializadoras intercambiarán la energía.

Si todo esto te ha parecido complejo, agárrate porque no ha hecho más que empezar. En realidad, ese precio es el acordado para una franja horaria de 60 minutos. Este proceso se repite para todas las horas del día siguiente, es decir, la electricidad en el mercado mayorista tiene un precio distinto cada hora del día, que depende de la oferta y la demanda. A esto se le llama mercado diario.

La gráfica siguiente muestra las curvas de oferta y demanda agregada en el mercado diario (mercado mayorista), para el 7 de octubre de 2021 entre las 20:00 y las 21:00.

Gráfico de elaboración propia.

Fuente de los datos: OMIE

Con este sistema se vende la mayor parte de la energía para el día siguiente. Pero, como te podrás imaginar, es muy difícil predecir exactamente la energía necesaria de un día para otro.

Imaginemos, por ejemplo, que el hombre del tiempo predecía un sol radiante. Esperando un buen día, las comercializadoras habrían supuesto que muchos clientes no encenderían las luces porque con la luz del sol sería suficiente y que no pondrían la secadora por el mismo motivo. Las generadoras con muchos paneles fotovoltaicos habrían ofrecido mucha electricidad. Sin embargo, la predicción del tiempo cambia y entra lluvia. Ahora las comercializadoras necesitarán mucha más energía y las generadoras con paneles solares no podrán ofrecer tanta electricidad porque no hay sol.

Para resolver estas problemáticas, existen otras seis sesiones de subasta intradía y una sesión continua. No entraré en el detalle de cómo funcionan, pero el motivo de su existencia espero que esté clara.

Al final, el precio mayorista de la electricidad (del que se habla en las noticias) será el acordado en el último momento. Este precio también se conoce como precio de mercado diario o mercado SPOT y generalmente no varía mucho respecto al fijado el día anterior.

Por ejemplo, en el gráfico siguiente se muestran las mismas curvas del 7 de octubre, pero esta vez le añadimos las curvas finales a las que se ha vendido la electricidad. Con trazo fino tenemos las curvas de oferta y demanda negociadas el día anterior y con trazo grueso las curvas definitivas. Se puede observar que ese día la predicción de la demanda (trazo rojo) fue precisa, mientras que la de la oferta (trazo verde) no fue tan exacta. Por lo tanto, el precio final fue más caro que el negociado el día anterior.

Gráfico de elaboración propia.

Fuente de los datos: OMIE

Como he comentado antes, este proceso se repite 24 veces por día (para cada franja horaria) y finalmente lo que se obtiene es una gráfica de precios como la que muestro aquí debajo. Si nos fijamos, el precio mayorista (mercado SPOT) entre las 20:00 y las 21:00 coincide con el cruce entre la oferta y la demanda.

Gráfico de elaboración propia.

Fuente de los datos: E-SIOS

El mercado minorista

Una vez comprendido el sistema de fijación de precios mayorista, pasemos a lo que realmente nos afecta como consumidores: los precios a los que nos venden a nosotros la electricidad.

Existen básicamente cuatro tipos de contratos distribuidos en dos mercados: mercado regulado y mercado libre. El mercado regulado, como su propio nombre indica, está controlado por el Estado. Es el Gobierno quien establece las reglas de juego entre comercializadoras y consumidores, fija los precios y los tipos de contratos posibles (solo hay uno). Por otra parte, en el mercado libre son las comercializadoras las que fijan las condiciones, sin intervención alguna del Estado.

Gráfico de elaboración propia.

Ve pinchando en cada una de las pestañas para ver más información sobre cada tipo de contrato.

Esta tarifa es la única disponible en el mercado regulado, luego es el Estado quien establece sus condiciones. Se trata de la opción más barata de todas, aunque serás susceptible de sufrir los vaivenes del mercado mayorista. Si temporalmente sube el precio de la electricidad, pagarás más a fin de mes.

El modo en el que se construye el precio horario de las tarifas PVPC es complejo, pero una buena aproximación es la siguiente: Se toma el precio del mercado mayorista (mercado SPOT) y sobre ese precio se añaden impuestos, una comisión para la comercializadora y peajes. Estos peajes son los que determinarán las horas pico (peajes más altos), llano (peajes intermedios) y valle (peajes bajos). El gráfico muestra la suma de los diferentes factores para obtener el precio del PVPC. Si nos fijamos en el área naranja, es prácticamente nula en las horas valle, mediana en las horas llanas y grande en las horas pico.

Como vemos, los peajes tienen efectivamente un impacto sobre el precio final, pero este es muy reducido. Ahora le toca a cada uno evaluar si le merece la pena cambiar sus hábitos de lavadoras y plancha para ahorrarse esa ligera diferencia.

Esta es esencialmente igual que la PVPC. Lo que las diferencian es el mercado en el que operan. Esta tarifa, al operar en mercado libre, la comercializadora puede cobrarte el margen que desee (y es de suponer que será siempre superior al impuesto por el Estado).

Una tarifa a precio independiente del mercado mayorista, pero dependiente de la hora del día. En función de la hora del día, pagarás un precio u otro, pero no te afectará de ninguna manera el mercado mayorista.

Como ejemplo, pongo una de las tarifas que ofrece Iberdrola. Podrás ver que los precios son considerablemente inferiores al mercado mayorista; esto es una excepción. Como en todo, las empresas están para ganar dinero y las comercializadoras no son una excepción. En las tarifas que no dependen del mercado mayorista, las empresas asumen el riesgo de la volatilidad y habrá días que pierdan dinero; pero a largo plazo ganarán dinero. Más abajo comparo tarifas a precio constante contra la tarifa PVPC.

Esta es la más simple. Un único precio por kWh independientemente del mercado mayorista o la hora del día. Tendrás la seguridad de que si tus hábitos no cambian, pagarás siempre lo mismo. Sin embargo, en el largo plazo pagarás más que con la tarifa PVPC.

Al igual que en el caso anterior, pongo una de las tarifas que ofrece Iberdrola. Una vez más, para este día en concreto, se cumple una excepción.

Una vez entendidos los tipos de tarifas, queda ver cómo se comparan entre ellas. Si nos fijamos en el día que he estado utilizando durante toda la explicación (el 7 de octubre de 2021), veremos que las personas con una tarifa PVPC contratada han salido perdiendo.

Gráfico de elaboración propia.

Fuente de los datos: E-SIOS

Sin embargo, si miramos al largo plazo, vemos como los precios de las tarifas estables son considerablemente superiores. El gráfico siguiente muestra la evolución de precios desde el 1 de enero hasta el 7 de octubre de 2021. Cabe recordar que si las empresas que ofrecen tarifas de precio estable pierden dinero, acabarán por aumentar el precio de la tarifa.

Cada uno de los tipos de contratos tiene sus ventajas y desventajas. Esencialmente si lo que prefieres es pagar menos en el largo plazo y estás dispuesto a ver variar tu factura de la luz mes a mes, la tarifa PVPC es la tuya. Si por el contrario prefieres la estabilidad de pagar todos los meses lo mismo, aunque sea más caro, las tarifas a precio estable son las tuyas (o las de discriminación horaria según tus hábitos).

Gráfico de elaboración propia.

Fuente de los datos: E-SIOS

Para terminar con esto y pasar a la siguiente sección, si te interesa el tema o quieres ver cuál es el precio de la electricidad hoy, te recomiendo que eches un vistazo a la página de E-SIOS.

Frases recurrentes

Lo prometido es deuda y ahora queda aclarar el porqué de algunas de las frases más escuchadas.

Esta es directamente falsa, pero el matiz es sutil. Pagamos el precio de la tecnología más cara, de entre las tecnologías que se han quedado a la izquierda del precio SPOT (o, como dirían los economistas, lo que ha quedado a la izquierda del precio de equilibrio donde se cruzan la oferta y la demanda). A esto se le llama mercado marginalista.

Lo sé, esa frase confunde. Pero no te preocupes, que es mucho más fácil de lo que parece. Como hemos comentado antes, la curva de la oferta se genera con la suma de todas las cantidades de energía que los generadores pueden producir, al precio mínimo al que están dispuestos a venderla. La zona de la izquierda (de precios bajos) de la curva, suele corresponder a renovables, hidráulica y nuclear, porque son las más baratas. Sin embargo, la parte de la derecha, corresponde generalmente a ciclo combinado (que generalmente utiliza gas como combustible) y carbón.

En el gráfico vemos la oferta agregada, diferenciada por tecnologías. Para este caso, vemos que la oferta y la demanda se cruzan en la zona del ciclo combinado. Esto quiere decir que estaremos pagando el precio marginal del ciclo combinado. Si la curva de la oferta cruzase a la oferta en la zona de la nuclear, por ejemplo, estaríamos pagando el precio marginal de la energía nuclear.

Para demostrar que no siempre se paga el precio marginal del ciclo combinad, muestro en el siguiente gráfico el tipo de tecnología que marcó el precio marginal en el mercado diario, para el mes de septiembre.

Si la frase “pagamos la electricidad al precio de la tecnología más cara” fuese cierta, el gráfico anterior sería gris entero (carbón o ciclo combinado). Sin embargo, vemos que la mayor parte del tiempo pagamos el precio marginal de la hidráulica o las renovables.

Esta frase tiene dos posibles respuestas.

Si nos ceñimos a este artículo, la respuesta es que depende del tipo de contrato que tengas. Si tu contrato depende del mercado mayorista (PVPC o indexada), te afectará de manera directa. En el caso de que tengas un contrato independiente del mercado mayorista, entonces seguirás pagando siempre lo mismo. Eso sí, si la situación se mantiene durante un largo periodo de tiempo, cuando tu contrato finalice y quieras renovarlo, es muy posible que la comercializadora subas las tarifas.

La segunda respuesta sería la del economista. La sociedad actual depende enormemente sobre la electricidad. Desde servicios a productos, necesitan de electricidad para llevarse a cabo o fabricarse. Si el precio de la electricidad sube, los gastos de las empresas aumentarán y tendrán que cobrarte más por los bienes y servicios. Al final como consumidor harás uso de esos bienes y servicios, por lo que sí, el precio del gas te afectará de manera indirecta.

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